Las sociedades anónimas abiertas y sus respectivos Directorios ya han reportado los resultados del cuestionario definido en la Norma de Carácter General Nº 385, en adelante “NCG N°385”, de la CMF sobre prácticas deseables de gobernabilidad corporativa, los que se encuentran disponibles al público en su sitio web.
El análisis de resultados de las empresas IPSA, para el ejercicio 2019, evidencia que éstas solo han adoptado el 51% de las 99 prácticas recomendadas por el regulador. En el año 2015 fue un 42%, lo que evidencia un aumento mínimo, pero sin duda positivo.
La crisis
Lo anterior debe analizarse en el actual contexto de pandemia en que se encuentra el mundo. Estamos siendo testigos del impacto que está provocando un evento de salud en las economías de los países, en las personas, en las empresas y en los gobiernos. Seguramente este evento de riesgo, en muchas de nuestras compañías “nunca” fue considerado en las respectivas matrices de riesgo, por su muy baja probabilidad de ocurrencia y/o porque tampoco está dentro de recomendaciones de atención por parte del regulador.
A la fecha, no es novedad que la crisis económica provocada por la pandemia ha impactado directamente en la solvencia y viabilidad económica de diversas empresas. Sin ir más lejos, en mayo del presente año, 722 compañías se declararon en quiebra en USA, un 48% superior comparado con el año 2019. Grandes compañías como Hertz, Cirque du Soleil, Latam, Aldo, J.Crew, Aeroméxico, JC Penney, entre otras, hoy se han acogido al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras en Estados Unidos.
Por otro lado, también es cierto que la pandemia, nos está ayudando a acelerar la adopción de hábitos digitales y en 90 días nos obligó a aprender a estudiar, compartir, trabajar y comprar de manera distinta.
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Resultados NCG N° 385
Retomando los resultados de la NCG N° 385, se evidencia que transcurridos 5 años, recién las compañías IPSA están llegando al 51% de adopción. Esta destacada categoría de compañías, al tener un alto impacto en la economía del país, son referentes empresariales de todas las demás. En consideración de lo anterior, será justo inferir que el resto de las compañías solo deberían aspirar a llegar a este estándar espejo o deberían aspirar a lo recomendado por el regulador?
¿Qué debe hacer el Directorio?
Más allá de implementar o cumplir a cabalidad el 100% de las recomendaciones de la CMF, contenidas en la NCG N°385, debemos preguntarnos si, a la luz de los efectos de la pandemia, el hecho de haberlas implementado en su totalidad nos habría permitido resistir mejor a un evento de similares características?
El ya referido resultado podría explicarse porque algunas recomendaciones del regulador son impracticables o en otros casos podrían explicarse porque los Directorios de las compañías no les han asignado la prioridad que ameritan.
Independiente del motivo o explicación particular, hoy las compañías se encuentran reinventando la forma de trabajar, la nueva normalidad llegó para quedarse. Un estudio en USA arrojó que la mayoría de los directores (71%) piensan que una mayor flexibilidad para trabajar de forma remota tendrá un impacto comercial significativo a largo plazo.
En este escenario, resulta evidente que la brecha del resultado de las respuestas al cuestionario de la NCG N°385 nos está invitando, al regulador y a los Directorios de las compañías, a cuestionar nuestros modelos de gobernabilidad o a escalar a una versión de gobernabilidad 2.0 para replantear dicho cuestionario, adaptarlo, actualizarlo y sobre todo para colocarlo en agenda, oportunamente, aprovechando el aprendizaje de estos últimos meses.
Luis Zúñiga M.
CFO / Director de Empresas – Magister&MBA
Senior Executive Program Kellogg School of Management
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