En el actual escenario de pandemia, la mayoría de las organizaciones están preocupadas de gestionar la escuálida caja, debido a la falta de ventas, para enfrentar financieramente los meses venideros. En este aspecto, es muy importante que quienes están a cargo de elaborar la información financiera sean minuciosos en cómo revelar la información patrimonial en los estados financieros del 2020 y no dejen para último minuto aspectos que resultarán cruciales para la comprensión del mercado.
De manera permanente, el ente internacional encargado de emitir las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF), que sirven de base para la elaboración de la información financiera, el IASB, analiza y realiza comentarios y mejoras en la normativa, con el objetivo de incluir ciertos aspectos que van sucediendo en la realidad de los negocios. Hoy, particularmente en esta etapa de crisis, el énfasis ha sido mayor en el análisis de la normativa ya existente como de los espacios de mejora.
Se busca generar aclaraciones que sean acorde a los vaivenes que ha experimentado el mercado. Esto es muy importante, ya que cualquier modificación, alcance o consideración en alguna normativa deberá aplicarse en la preparación de los estados financieros del 2020, lo que implica reinterpretar información clave en un contexto diferente al existente al cierre del 2019, que sirve para apoyar los procesos de toma de decisiones y control gerencial.
Un ejemplo de esto es lo que sucedió a fines de mayo. El IASB emitió alcances y consideraciones en la norma NIIF 16, que tienen que ver con los contratos de arrendamiento de las organizaciones.
Esta norma concita especial interés, ya que su impacto tiene relación con los cambios que se generarán en los cánones de arriendo y en las plusvalías de las propiedades durante y después de la pandemia. Por lo tanto, resultará muy importante estar al tanto y conocer cuáles serán los próximos comentarios que establezca el IASB.
Normativas contables en pandemia
Junto a la adecuada interpretación que debamos hacer de las normas vigentes en el escenario actual, se debe poner máxima atención a ciertas normativas contables que empezaron a implementarse en los últimos dos años y que, en el actual periodo de crisis, el análisis e interpretación contable podría significar un riesgo a gestionar para las organizaciones.
Es el caso de la NIIF 9 de instrumentos financieros. Esta norma introduce un modelo de deterioro para los activos financieros. Hoy existen muchos clientes o empresas que podrían estar con riesgos crediticios de cumplimiento de sus pagos, por lo que en el ámbito de deterioro de las cuentas por cobrar podría afectarse este ítem en la presentación de información de las organizaciones.
En tanto, la NIIF 15 de ingresos de actividades ordinarias procedentes de contratos con clientes, la afectación de la preparación de la información tiene que ver con el cumplimiento de las obligaciones de desempeño acordadas por las organizaciones.
Si estas no cumplen, se podría producir un efecto distinto en los estados financieros y en la revelación de esa información, en comparación con lo previsto en el cierre del 2019. En este caso, cabría preguntarse si solo habría condonaciones o descuentos, u otra alternativa, que genere un cambio en el modelo y criterio de registro de los ingresos.
Activos no financieros
De igual modo, se torna relevante hacer un análisis e interpretación de la NIC 36, de Deterioro del valor de los activos no financieros. Bajo esta normativa se evalúa el rendimiento de ciertas inversiones de largo plazo, tales como propiedades, planta y equipos, intangibles, y propiedades de inversión; y de la NIIF 13, la que define el valor razonable de una transacción y menciona todos los inputs para hacer la valorización de estos activos.
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Asimismo, cobra especial importancia la NIC 21, Efectos de las Variaciones en las Tasas de Cambio de la Moneda Extranjera, que define la moneda funcional del entorno económico. De esta norma, podría cuestionarse si la moneda funcional o la moneda en la cual se reportan los estados financieros es la más adecuada, en el periodo post pandemia.
Resultará muy importante analizar en profundidad las normas vigentes como sus variantes u opciones, y ver sus posibles modificaciones o actualizaciones, ya que pueden producir cambios en los estados financieros del 2020, afectando las proyecciones del 2021 y ejercicios siguientes. De no hacerse correctamente, generaría problemas serios en los análisis financieros de los negocios y sus proyecciones.
Guillermo Rebolledo
Alumno IdDC