El lapidario informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) es una muestra más de lo anterior, el cual nos enfrenta a un desafío del que, sin el trabajo coordinado y mancomunado entre los distintos sectores de la sociedad, no podremos salir adelante.
Las organizaciones son un pilar fundamental de ese engranaje. Hemos sido parte del problema y tenemos que ser parte de la solución. ¿Cómo? Incorporando los factores ambientales, sociales y de gobernanza (ASG) como un eje estratégico de la empresa, sin el cual esta no podrá subsistir en el tiempo. Es ahí donde los directorios juegan un rol fundamental.
Los directorios tienen el poder de guiar estas acciones, abordando simultáneamente los factores de corto plazo con foco en el largo plazo, incorporando criterios ASG en las definiciones estratégicas, no solo para mantener nuestro entorno, sino que también para generar valor agregado en él. Para ello es clave entender las tendencias regulatorias y del mercado relacionadas con ASG (hay numerosos índices internacionales que miden las acciones de las empresas en esta dirección); evaluar si se está respondiendo a los diversos stakeholders, si se están comunicando estos objetivos tanto interna como externamente, además de definir procesos de control, métricas de seguimiento, entre otros.
El peligro de no actuar a tiempo es mucho más que reputacional. Una encuesta realizada por EY en 2020, que contempló la opinión de 300 inversionistas de todo el mundo, mostró que hoy el 91% considera el desempeño no financiero de las empresas a la hora de tomar sus decisiones de inversión.
Las inversiones en fondos sustentables, además, siguen batiendo récords de rentabilidad y crecimiento y los asesores en inversión están cada vez más preocupados de incorporar criterios ASG en sus portafolios y enfocándose en compañías que entreguen información rigurosa y estandarizada de este tipo de aspectos no estrictamente financieros, pero que pueden influir de manera contundente en el acceso a capital de una empresa. A medida que las empresas navegan en medio de esta incertidumbre, un gobierno corporativo eficaz, altamente cualificado y diverso puede marcar la diferencia. Es hora de hacernos preguntas incómodas, como si contamos con el conocimiento en estos temas dentro del directorio y si hemos avanzado a la velocidad que corresponde.
Presidente del Instituto de Directores de Chile (IdDC)
Presidente EY Chile