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Opinión | ¿Dónde deben los directorios poner el foco en 2023?

Uno de los roles más significativos de los directorios en la actualidad es, sin duda, la responsabilidad que tienen entre sus manos de garantizar la salud y la prosperidad de la organización a la que pertenecen, mientras que, a su vez, suman a través de su gestión, a la retribución a su entorno y a los stakeholders. En otras palabras, significa crear valor a largo plazo, y no tengo dudas de que este será el foco con el que deben operar las mesas directivas en 2023.

¿Cómo deben hacerlo? Hay grandes líneas de trabajo en los que los directores han puesto su gestión en 2022, pero me atrevería a decir que sólo tres de ellas son críticas para el año que comienza y quizá una de las más clave es la ciberseguridad y transformación digital. Incorporar control interno, nuevas tecnologías, machine learning y el entendimiento en relación con “la inteligencia de las cosas” se vuelve hoy un norte claro para el futuro de las empresas. Para los directores, la necesidad de adaptarse al cambio tecnológico que demanda implícitamente la sociedad es una urgencia, esto sobre todo por la percepción de que aquellas empresas incapaces de sumarse al cambio generacional han sido las que han fracasado en el pasado. Sin embargo, pese a que todos comprenden el peso que ya tiene el proceso de digitalización, reconocen que, para muchos, aun es un tema secundario en la agenda de sus respectivos directorios. Eso no puede seguir pasando en este nuevo ejercicio: debe ser un tema prioritario, que se aborde de forma colectiva, pero también individual.

De manera más puntual, hay quienes incluso consideran que el verdadero futuro sostenible para las empresas se basa en un concepto de operación “data driven”, que hoy se encuentra en una etapa muy inicial en nuestro país. Esto se evalúa como un gran desafío, sobre todo entre directores de menor edad que deben trabajar en la resistencia al cambio que puedan llegar a encontrar entre sus pares.

Quizá aún más importante serán los cambios que se generarán en torno a la ley de cuotas en directorios que el Gobierno ingresó a discusión. Será interesante observar cómo en abril de este año, con la ley aún no implementada, los directorios abordan el desafío de nivelar en género la composición de sus mesas, y cómo se irá perfilando la definición de nombres para que en 2024 el 40% sea una realidad.

Y no podemos dejar de lado la discusión en torno a la sostenibilidad y cómo vamos más allá de los informes. En ese sentido, debemos velar que los criterios ESG se asienten en las operaciones de las organizaciones a las que pertenecemos y, más aún, cómo nosotros como directores, impulsamos esta consolidación en 2023. Estos lineamientos de sostenibilidad en lo social, ambiental y de gobernanza deben, en el mejor de los casos, guiar todo el propósito y accionar de las marcas (empresas y entidades), pero hay algunas barreras que debemos sortear para avanzar este año.

Una de ellas es la inversión de recursos que algunas empresas no están dispuestas a ceder, lo que implica que quienes dirigen el futuro de algunas compañías presentan gran resistencia al cambio y se encaminan hacia un posible estancamiento. Asimismo, los criterios ESG se han enfocado con mayor fuerza en el factor medioambiental, por lo que el factor social y de gobernanza queda en muchas ocasiones olvidado. Esto porque las acciones medioambientales son visibles en el exterior de la empresa y muchas veces pueden mejorar aspectos reputacionales de una marca. También una tarea pendiente para las mesas directivas en los próximos 12 meses.

 

Fadua Gajardo

Directora Ejecutiva,Instituto de Directores de Chile.

 

Revisa Directorios: Las claves de una estrategia saludable en Ciberseguridad.

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