El panorama de los inversores ha experimentado grandes cambios en los últimos años, impulsados por crisis y oportunidades. Algunos de los cambios más drásticos que hemos observado en 10 años de conversaciones continuas con los inversores incluyen el aumento de la participación de los accionistas de la empresa, que comenzó a surgir en respuesta a las propuestas obligatorias de voto sobre remuneración, que se ha convertido en una tendencia imperante.
Los gestores de ETFs y fondos indexados que solían ser etiquetados como «pasivo» se han vuelto mucho más relevantes, convirtiéndose en líderes de la administración activa e impulsando campañas de compromiso que ayudan a definir la agenda del Directorio. Junto con estos desarrollos, los inversores han aumentado constantemente la transparencia en torno a sus prioridades de administración, lo que está expandiendo las oportunidades para que las empresas avancen sobre las perspectivas individuales de los inversores.
Y, más recientemente, los ESG se han vuelto una prioridad. Mientras que hace una década los inversores que nos planteaban temas medioambientales y sociales eran predominantemente inversores socialmente responsables (SRIs), ahora los ESG están rediseñando la inversión y la administración, dominando nuestras conversaciones en todos los tipos de inversores y revelando a los SRI como precursores de las tendencias de inversión actuales.
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De cara a 2021 y más allá, estamos atentos a los nuevos cambios que se están produciendo y que podrían seguir alterando el panorama de los inversores, incluida la forma en que se implementa y gobierna el capitalismo de los grupos de interés, el crecimiento potencial de los inversores que utilizan las votaciones por delegación para comunicar sus puntos de vista e impulsar el cambio, y las posibles repercusiones de la consolidación en el sector de la gestión de activos sobre la administración de los inversores y la tendencia ESG.
Mirando al futuro
El pasado año ha puesto a prueba el contrato social y ha ampliado las oportunidades de las empresas para liderar los retos mundiales. En respuesta, los miembros del directorio tendrán que asumir un mayor papel de liderazgo para centrar sus empresas en la creación de valor a largo plazo.
Al entrar en la proxy season 2021, los inversores buscan responsabilizar a los directorios de cómo las empresas están trazando un curso a través de la recuperación y la continua disrupción de la creación de valor a largo plazo y actuando como administradores responsables del capital. Los inversores también están comunicando una mayor voluntad de votar contra los miembros de la mesa directiva, y a favor de las propuestas de los accionistas, para expresar sus opiniones sobre temas ambientales y sociales, y lo están haciendo a medida que las tendencias de inversión sostenibles continúan acelerándose y el contexto político y el marco regulatorio en torno a los ESG siguen evolucionando.