Opinión

Análisis | El papel del director ejecutivo y su aporte a la gestión de los criterios ESG

Actualmente, las empresas se enfrentan a un entorno empresarial cada vez más complejo y desafiante. Además de buscar la maximización de los beneficios, también deben considerar su impacto en la sociedad. Por lo mismo, hemos presenciado un creciente interés por parte de ellas en la adopción de criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés) en sus operaciones.

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Aquí, el director ejecutivo de una organización juega un papel crucial en la gestión efectiva de estos criterios ESG, ya que su liderazgo es fundamental para fomentar una cultura de sostenibilidad en toda la empresa.

Papel que podrá realizarlo en la medida que sea formado bajo múltiples habilidades y prácticas que mejoren su rigor y calidad. En esa línea, el Instituto de Directores de Chile cuenta con una serie de programas y cursos que buscan contribuir en la efectividad de la gestión del director. En alianza exclusiva con el Institute of Directors (IoD) de UK prepararon el curso internacional “Role of the Managing Director”, el cual profundiza sobre sus tareas, responsabilidades y restricciones, entregando una actualización de las mejores prácticas de liderazgo estratégico a nivel internacional.

El director ejecutivo debe ser capaz de articular la estrategia ESG de la empresa de manera convincente, demostrando cómo contribuir al bienestar de la sociedad.

Además, de una correcta formación, el papel esencial del CEO en la gestión de los criterios ESG puede aprovecharse para el éxito empresarial a largo plazo a través de cuatro puntos.

En primer lugar, el director ejecutivo debe ser el principal defensor de la integración de los criterios ESG en la estrategia empresarial. Esto implica comprender la importancia de la sostenibilidad a largo plazo y establecer los criterios ESG como una prioridad estratégica, alineando los objetivos de la empresa con los intereses de los accionistas, los empleados y las comunidades en las que opera.

Por otro lado, el director ejecutivo debe establecer métricas claras para evaluar el desempeño de la empresa en relación con los criterios ESG. Esto implica desarrollar indicadores clave de desempeño que permitan monitorear el progreso de la organización en áreas como la reducción de emisiones de carbono, la diversidad y la inclusión, y la transparencia en la gobernanza corporativa. Estos KPI deben estar alineados y comunicarse de manera transparente a los diferentes grupos de interés.

El director ejecutivo debe ser el principal defensor de la integración de los criterios ESG en la estrategia empresarial.

Otro aspecto fundamental es la promoción de una cultura de sostenibilidad en toda la organización. Esto implica fomentar la colaboración, la innovación y el compromiso de los empleados en torno a los criterios ESG. Al establecer un ambiente de trabajo que valore la sostenibilidad, el director ejecutivo puede impulsar el compromiso de los empleados en iniciativas ESG, lo que a su vez mejora el desempeño de la empresa en esta área.

Además, el director ejecutivo tiene la responsabilidad de establecer relaciones sólidas con los stakeholders clave. La gestión efectiva de los criterios ESG no se limita solo a las operaciones internas de la empresa, sino que también implica la comunicación y colaboración con los grupos externos. El director ejecutivo debe ser capaz de articular la estrategia ESG de la empresa de manera convincente, demostrando cómo contribuir al bienestar de la sociedad.

En conclusión, el director ejecutivo desempeña un papel fundamental en la gestión de los criterios ESG en una empresa. Su liderazgo, formación y compromiso son fundamentales para establecer una cultura de sostenibilidad y responsabilidad social, promoviendo una estrategia corporativa de acuerdo a los tiempos de hoy.

Fadua Gajardo Pineda

Directora ejecutiva del Instituto de Directores de Chile

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