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Directores sobre estallido social: ¿Cómo afecta y qué desafíos plantea para el 2020?

El consenso general es que ya no se puede volver a la ‘normalidad’ de antes, y que las empresas deben adoptar esto como una oportunidad para dar una nueva mirada en cómo se relacionan con los colaboradores, proveedores y cómo se enfrentan al mercado, y no solamente nacional, sino que también global, ya que este […]

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El consenso general es que ya no se puede volver a la ‘normalidad’ de antes, y que las empresas deben adoptar esto como una oportunidad para dar una nueva mirada en cómo se relacionan con los colaboradores, proveedores y cómo se enfrentan al mercado, y no solamente nacional, sino que también global, ya que este fenómeno de las crisis sociales está golpeando transversalmente en todo el mundo.

Para conocer cómo esto está cambiando los puntos de vista de los directorios y cómo están abordando este panorama, cuatro directores de empresas sobre las consecuencias del movimiento social en la realidad nacional.

Acción: diseñar planes para dar soluciones

Guillermo Tagle, presidente de Credicorp Capital Chile, opina que, ante esta situación, toda la sociedad chilena ha tenido que analizar y entender la magnitud del fenómeno social y ver de qué forma se puede aportar para generar soluciones. ‘También ha sido necesario entender y dilucidar si, en alguna medida, cada uno ha generado situaciones o condiciones que puedan haber contribuido a generar el ambiente de conflicto que se ha empezado a respirar en Chile’.

Además, destaca que ‘es responsabilidad del directorio de toda empresa (siempre) analizar la contingencia y tomar planes de acción que puedan ayudar a encontrar soluciones’. En el primer momento, agrega, el análisis apuntó a los colaboradores, y muchas empresas resolvieron flexibilizar jornadas de trabajo, facilitar el trabajo remoto y dar todas las facilidades para que los colaboradores pudieran adaptar su rutina habitual a las condiciones de dificultad que vive la ciudad y el país.

Pero luego de eso, vino un trabajo más introspectivo, en el que se analizó si puede haber alguna política o práctica de la empresa que pueda haber contribuido al origen del problema social y las demandas que ha generado

Búsqueda de espacios de mejora

En la misma línea, Katia Trusich, presidenta del directorio de la Cámara Chilena de Centros Comerciales y directora de empresas, reconoce que este ‘remezón’ ha dado la oportunidad de una mayor reflexión sobre las condiciones laborales de los trabajadores —propios y mercerizados— sobre el rol de las empresas más allá del mercado: ante clientes, comunidades y demandas sociales.

Algo en lo que también concuerda Catalina Mertz, presidenta de la Asociación de Supermercados, quien apunta a que esta crisis hizo que las empresas se remirarán desde un punto de vista relacional, ‘volver a estudiar con mayor profundidad cómo nos relacionamos con los trabajadores, los proveedores, las comunidades, y, en algunos casos, los reguladores, y escucharlos para identificar brechas o puntos ciegos que ahora son más evidentes a la luz de los nuevos paradigmas sociales que prevalecen hoy’. Desde su punto de vista, parte de esta crisis tiene que ver con el trato, la dignidad, y el sentido de pertenencia, y, en eso, las empresas tienen un rol que jugar.

Sintonía y cercanía del directorio

En tanto, Ricardo Cruzat, director de empresas, indica que se ha permitido que al interior de las empresas quede en evidencia la cercanía y sintonía del directorio, y la empresa con la administración, colaboradores, contratistas y proveedores con el fin de ‘velar por la continuidad de suministro a los clientes’.

Por su parte, Trusich reconoce que la mayoría de las empresas ‘están buscando espacios de mejora para que esta crisis pueda abordarse y resolverse satisfactoriamente, por el bien de todo el país y para que todos se sientan parte del desarrollo’.

Además, Cruzat cree que lo necesario para las empresas es conciliar la ‘incertidumbre paralizante con la responsabilidad de sacar adelante la empresa, estructura base de empleo y crecimiento, sustento de miles de familias’.

Navegar en este nuevo contexto

En cuanto a los desafíos que enfrentan los directorios para el próximo año, Tagle reconoce que, ante el inevitable impacto económico, los directorios de prácticamente todas las empresas han tenido que evaluar la situación, definir planes de acción y resolver cómo adaptarse a las condiciones de trabajo que afectan el funcionamiento de cada empresa. Por lo tanto, es fundamental que el directorio mida el impacto de la desaceleración económica en el buen funcionamiento de la empresa, y se definan planes de contingencia, planes de inversión, sistemas de seguridad operativa y se vuelvan a evaluar proyectos a futuro, entre otros puntos.

Mertz apela a que hay que saber navegar este contexto tan incierto como exigente para las empresas, donde los liderazgos serán puestos a prueba. ‘Habrá que estar muy atentos a la economía y a los procesos políticos, y chequear con mucha mayor frecuencia si lo planificado sigue siendo pertinente’.

Necesidad de certeza jurídica

En ese aspecto, la presidenta del directorio de la Cámara Chilena de Centros Comerciales señala basta con ver las proyecciones económicas para saber que será un año difícil. ‘Habrá una necesidad muy importante de certeza jurídica para que se reactive la inversión en un escenario de posible cambio constitucional. Se requerirán señales políticas que garanticen condiciones para que muchas inversiones se puedan materializar’.

Coherencia entre lo que se dice y hace

Además, la presidenta de la Asociación de Supermercados pone acento en las acciones que puedan estar minando la coherencia que hay entre lo que se hace, lo que se aspira a hacer y lo que realmente hace una empresa. ‘Resolver este problema generalmente no es fácil, y requiere de esfuerzos de gestión y alineación interna importantes. Muchas empresas ya estaban en esta senda, pero las que no aceleren estos procesos o los empiezan a abordar con urgencia, está en mayor riesgo de no ser sustentable en el tiempo’.

Y añade: ‘los chilenos hoy somos distintos a antes de la crisis. Las cosas que se toleraban antes, en todo orden de cosas, hoy son criticadas o consideradas inaceptables. Los directorios tendrán que estar atentos, también, a si es que cuentan o puedo construir la diversidad interna requerida y los liderazgos que se necesitan para estos nuevos tiempos, mucho más complejos’.